Entrada destacada

Índice de documentos presentados sobre el Dr. Fernando Altamirano

sábado, 16 de enero de 2021

31 de enero de 1900. Tequampatli.

31 de enero de 1900. El Dr. Fernando Altamirano presentó su lectura de turno titulada Tequampatli, en la junta mensual del Instituto Médico Nacional, la cual fue publicada ese año en los Anales del Instituto Médico Nacional, tomo IV. 

Sobre esta planta, Altamirano concluyó lo siguiente: «Se ve, pues, que el Tequampatli es bien tóxico y que se confirma la creencia antigua de sus propiedades venenosas. Se confirma también que es útil para envenenar á las fieras como hacen los campesinos actualmente, siguiendo el método que puse yo en práctica: la ingestión por el estómago con carne. Llama sí la atención que la dosis de 28 gramos no haya sido mortal para el perro, pues en esta cantidad ya se dificulta que los animales coman espontáneamente la mezcla tóxica, no obstante que la corteza carece de todo sabor y olor, lo que es gran ventaja para su administración como veneno. Nuevas investigaciones nos aclararán esta duda».

Este estudio fue publicado nuevamente veintiocho años más tarde, el 1 de abril de 1928, en el periódico La Farmacia, con la siguiente nota: «Como demostración de la importancia de los estudios que se hicieron en el Instituto Médico Nacional, de feliz recordación, publicamos un trabajo del señor Fernando Altamirano, acerca de una planta indígena, de notables propiedades tóxicas, análogas a las de la estrictina».


TEQUAMPATLI

Historia.— 

    Hace mucho tiempo que en mis diversas excursiones, sobre todo al Estado de Morelos, se me refirió que habla un bejuco con que se envenenaba a los coyotes. Se les hace tomar este veneno machacando la raíz de la planta entre dos piedras y mezclando el jugo y parte de pulpa con carne, la que se colocaba en sitios adecuados para que fuera comida por los animales. 

    Yo colecté un ejemplar de tallo simplemente, por ser el único que había de la planta en el camino que conduce de Miacatlán a Palpan en el año de 1876. Era en efecto de una planta sarmentosa, recubierta por un súber grueso, blando y de color moreno. Ensayado en los animales después de algún tiempo de colectado no produjo fenómeno alguno. En vista de este resultado negativo se abandonó el estudio de esta planta, creyendo que era inerte o que no era el verdadero Tequampatli el que yo había recogido. 

    Mas en este último viaje que hice a Jojutla en el mes próximo pasado, se me volvió a referir la misma historia de la planta en cuestión, asegurando los indios que ellos lo tenían bien ensayado. 

    Habiendo recibido la raíz que envió el Dr. Espinosa por mi encargo, hice su estudio morfológico y fisiológico, y encontré, como veremos, que esa planta es probablemente una gonolobus dotada de propiedades enérgicas. Pero antes de referir mis estudios quiero dar a conocer lo que escribió el Dr. Hernández sobre dos plantas que llamó Tequampatli y cuyos datos copio de la traducción que hice de la obra. 

  • Tequampatli. Veneno de fieras. ¿Apocináceas? ¿Asclepiadeas? 

«Caracteres, según Hernández». 

Raíz, semejante a rábano; hojas del tamaño y figura de corazón, por abajo hirsutas, por encima blanquizcas. 

Tallo: áspero y delgado de dos palmos de largo (50 a 60 centímetros). 

Flores blancas y medianas.

Lugar de vegetación: en los montes de Palpan, 

Propiedades: mata a los leones, tigres y otras fieras. 

  • Tequampatli. 

Caracteres, según Hernández

Raíz: semejante al Gamón o Camotl, suave y blanca. Tallos delgados y redondos. Hojas como las del Diente de León. Flor ninguna, según dicen. 

Propiedades: de sabor algo amargo. 

Aplicaciones: cura los tumores malignos; se le unta después de molida. 

Lugar de vegetación: lugares templados, altos o planos, de las Mixtecas inferiores. 


    Hay pues dos plantas distintas que llevan el nombre de Tequampatli. De una se dice terminantemente que es tóxica y de la otra no se dice que lo sea. La primera está escrita de distinto modo que la segunda, lleva m donde la otra tiene n, sin que se sepa si esto constituye un signo distintivo. 

    Veamos lo relativo a la planta que se me remitió de Jojutla. 


DESCRIPCIÓN DE LA DROGA. 

Tequampatli, ¿Asclepiadeas. Gonolobus? 

Origen. — Remitido de Jojutla, Estado de Morolos, por el Sr. Dr. Amador Espinosa. Refiere que el lugar de vegetación es Xicatlacotla, del Estado, de Guerrero a cuatro leguas de Jojutla. 

Caracteres. — Rizomatosa en fragmentos de 10 a 40 centímetros de largo, cilíndrica, algo flexuosa, con muy pocas ramificaciones y casi privada de radículas. Superficie exterior rugosa con tierra y con estrías longitudinales en el súber que es muy grueso, blando, de color de café. 

Corte transversal: porción cortical de color blanco obscuro y firme, dejando exudar un abundante jugo lechoso. Entre la corteza y el leñoso una delgada línea obscura que corresponde al cambium. 

El cilindro leñoso central, blanco amarillento, con finas estrías radiales, anchos vasos cuyas secciones abiertas se ven a la simple vista. 

El centro está ocupado en algunos ejemplares por médula blanca pequeñita. 

Olor y sabor, nulos. 

Caracteres anatómicos. 

Súber grueso de células en hileras radiales conteniendo una substancia café. 

Parenquima cortical con abundantes cristales en macles, laticíferosy almidón. 

Líber sin fibras, con abundantes cristales y laticíferos y constituido por un tejido denso cuyas células pequeñas están dispuestas en series radiales, que contienen almidón y cristales. 

El leñoso presenta abundantes rayos medulosos de una sola hilera de células punteadas conteniendo almidón. 

Los vasos son anchos, varios acuplados y encerrandos todos, ¿un abundante micelio de hongos? 

La médula pequeña. 

Laticíferos no articulados, bastante anchos, con numerosas ramificaciones transversales. Aparecen con un color moreno y su contenido finamente granuloso, pero el látex que se hace brotar es enteramente blanco inodoro e insíl)ido. Se concreta pasado algún tiempo en una masa suave de consistencia cerosa y de color negro en ciertos puntos. 

Según estos caracteres anatómicos, la raíz del tequampatli es una Asclepiadea probablemente del género gonolobus. 

Es además tóxica, produciendo fenómenos análogos a los de la estricnina, como se puede ver en la parte fisiológica, y encierra un principio alcalóidico en abundancia. 


Experimentación fisiológica. 

    Ensayé el cocimiento de la corteza inyectándolo bajo la piel en varias palomas. El resultado obtenido fue que 1 gramo de corteza produjera los síntomas de intoxicación sin la muerte y que 2 gramos mataran al animal. 

    Los síntomas principales fueron la pérdida de la coordinación de los movimientos al principio y después contracciones tetaniformes y suspensión de los movimientos respiratorios, produciéndosela muerte por asfixia. 

    Durante los accesos tetaniformes, éstos no se aumentaban ni se provocaban una vez pasado el acceso por los tocamientos del animal ni por el sonido, carácter distintivo con los accesos estrícnicos. 

    A un perro administré 25 gramos de polvo de corteza fresca mezclados con carne. Hice ingerir la mezcla al animal en ayunas y se produjeron los síntomas tóxicos bien marcados como una hora después. Lo principal que se observó fue abundantísimo ptialismo, más que si hubiera tomado el perro pilocarpina, perturbación de la motilidad y accesos tatiformes como en la paloma sin llegar a interrumpirse la respiración. El animal duró con los síntomas de envenenamiento como 6 a 8 horas y volvió a su estado normal. 

    Se ve, pues, que el Tequampatli es bien tóxico y que se confirma la creencia antigua de sus propiedades venenosas. Se confirma también que es útil para envenenar a las fieras como hacen los campesinos actualmente, siguiendo el método que puse yo en práctica: la ingestión por el estómago con carne. Llama sí la atención que la dosis de 28 gramos no haya sido mortal para el perro, pues en esta cantidad ya se dificulta que los animales coman espontáneamente la mezcla tóxica, no obstante que la corteza carece de todo sabor y olor, lo que es gran ventaja para su administración como veneno.

    Nuevas investigaciones nos aclararán esta duda. 


México, Enero 31 de 1900. — F. Altamirano.












No hay comentarios.:

Publicar un comentario