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Índice de documentos presentados sobre el Dr. Fernando Altamirano

martes, 30 de octubre de 2018

Dispensario Antituberculoso "Dr. Fernando Altamirano"

Diez años después de la muerte del Dr. Fernando Altamirano, su nombre fue puesto al primer dispensario contra la tuberculosIs que hubo en México. Así, el 6 de septiembre de 1918, hace 100 años, el Departamento de Salubridad Pública abrió el Dispensario Antituberculoso "Dr. Fernando Altamirano".

Este primer dispensario se ubicó en la calle de Tolsa, número 48, donde actualmente opera el Comité Ejecutivo Nacional del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Gobernación.

Poco más de seis años después, el 18 de febrero de 1925, el dispensario cambió su domicilio a la calle del Chopo número 131, hoy calle Dr. Enrique González Martínez, número 131, en donde siguió impartiendo sus funciones, aunque en condiciones más modestas. En ese local, actualmente se ubica el Centro Comunitario de Salud Mental Cuauhtémoc, en la colonia Santa María La Ribera.

A finales de 1929, debido a la construcción de otros dispensarios, el "Dr. Fernando Altamirano" fue trasladado al número 33-B de la calle José Joaquín Herrera, "por ser un rumbo populoso, de domicilios más humildes y alejados de los nuevos centros" (ver). Esta dirección se ubica actualmente unas 4 cuadras al sur de la estación Tepito, de la Línea B del Metro de la Ciudad de México.

Para 1940, el dispensario era considerado "dispensario antituberculoso para niños". Más tarde, en 1960, el Dispensario Antituberculoso "Dr. Fernando Altamirano" se localizaba en la calle Benjamín Hill, número 14, en la colonia Hipódromo Condesa, en los alrededores de Tacubaya, junto al Centro de Salud "Dr. Ángel Brioso Vasconcelos" que se inauguró allí el 9 de enero de 1954. Actualmente, en ese local continua funcionando el Centro de Salud T-III "Dr. Ángel Brioso Vasconcelos", pero ya no se menciona el dispensario.

Se adjuntan fotos de los locales.

Fuentes:
Consejo de Salubridad Pública. (2010). Cronología Médica Mexicana: Cinco Siglos. 737 p. Obtenido de: https://books.google.com.mx/books?id=o0sGx8r7oZoC&q=dispensario+antituberculoso+%22fernando+altamirano%22&dq=dispensario+antituberculoso+%22fernando+altamirano%22&hl=es-419&sa=X&redir_esc=y
Flores-Gutiérrez, S. C. (1998). Efemérides de febrero. UNAM. Depto. de Historia y Filosofía de la Medicina, Archivo Histórico de la Facultad de Medicina. Obtenido de: http://www.facmed.unam.mx/publicaciones/gaceta/feb2598/EFFEB98_WP.html
Asociacion Medica Franco-Mexicana. (1939) Pasteur: Revista mensual de medicina, Vol. 12,Tema 1, Parte 2. Obtenido de: https://books.google.com.mx/books?id=NrblAAAAMAAJ&q=%22al+lugar+en+donde+hoy+se+encuentra,+Jos%C3%A9+Joaqu%C3%ADn+Herrera+No.+33-bis,+por+ser+un+rumbo+populoso,+de+domicilios%22&dq=%22al+lugar+en+donde+hoy+se+encuentra,+Jos%C3%A9+Joaqu%C3%ADn+Herrera+No.+33-bis,+por+ser+un+rumbo+populoso,+de+domicilios%22&hl=es-419&sa=X&redir_esc=y
Secretaría de la Asistencia Pública. (1940). La asistencia social en México: Sexenio de 1934-1940. Talleres gráficos de la Nación. 280 p. Obtenido de: https://books.google.com.mx/books?id=ufsYAAAAIAAJ&q=dispensario+antituberculoso+%22fernando+altamirano%22&dq=dispensario+antituberculoso+%22fernando+altamirano%22&hl=es-419&sa=X&redir_esc=y
Álvarez-Amézquita, J. (1960). Historia de la Salubridad y la Asistencia en México. V. 4. Secretaria de Salubridad y Asistencia. Obtenido de: https://books.google.com.mx/books?id=dlNrAAAAMAAJ&q=dispensario+antituberculoso+%22fernando+altamirano%22&dq=dispensario+antituberculoso+%22fernando+altamirano%22&hl=es-419&sa=X&redir_esc=y


Locales del Dispensario Antituberculoso "Dr. Fernando Altamirano" a través de los años. Fuente de imágenes: © 2018 Google Street View.




lunes, 29 de octubre de 2018

28 de octubre de 1898. Comentario sobre un artículo del Dr. Altamirano en la revista Science

Viernes 28 de octubre de 1898. La revista Science publica una nota en la que se menciona un artículo del Dr. Fernando Altamirano. La nota es del arqueólogo, etnólogo y lingüista norteamericano Daniel Garrison Brinton (1837–1899), profesor de la Universidad de Pensilvania, que aparece en la sección de Notas Actuales sobre Antropología, y se titula Conocimiento Botánico de los Antiguos Aztecas. En la nota, Brinton menciona:

"Los estudiantes del antiguo México están familiarizados con el trabajo del Dr. Hernández, quien fue enviado por Felipe II para estudiar las plantas y minerales de la Nueva España. Su "Historia Natural" se imprimió en 1651 y es un almacén del conocimiento de los aztecas sobre ese tema. Al describir una planta, él siempre daba su nombre nativo y la manera cómo los indios la empleaban.

En los Anales del Instituto Médico Nacional, Tom. II., No. VI., 1898, hay un artículo del Dr. F. Altamirano, en el que se esfuerza por identificar las plantas mencionadas por Hernández y darles sus nombres botánicos modernos. Cita cincuenta y una plantas, asignándoles a la mayor parte de ellas géneros y especies, y agrega los usos modernos en los que se aplican. El artículo forma un apéndice útil a la obra de Hernández".

Este artículo se refiere al artículo del Dr. Fernando Altamirano titulado: Historia Natural aplicada de los antiguos mexicanos. (Ver enlace). Este artículo fue presentado por Altamirano en el XI Congreso Internacional de Americanistas, reunido en la Ciudad de México del 15 al 23 de Octubre de 1895, y fue publicado en los Anales del Instituto Médico Nacional hasta 1898.

Fuentes:
Brinton, D. (1898). Current Notes on Anthropology. Science, 8(200), 588-589. Obtenido de: http://www.jstor.org/stable/1627246

Altamirano, F. (1898). Historia Natural Aplicada a los Antiguos Mexicanos. Anales del Instituto Médico Nacional, 2(6), 261-272. Obtenido de: https://archive.org/details/analesdelinstitu02inst/page/260


Nota de Daniel Garrison Brinton sobre el artículo "Historia Natural aplicada de los antiguos mexicanos" del Dr. Fernando Altamirano.


lunes, 8 de octubre de 2018

8 de octubre de 1908. Velorio y sepelio del Dr. Fernando Altamirano.

Continúa la conmemoración por los 110 años del fallecimiento del Dr. Fernando Altamirano.

¿Cómo fueron su velorio y sepelio? La crónica de estos eventos viene de varios diarios del mismo año de 1908:

Velorio: Miércoles 7 de octubre de 1908. 

“Después fue trasladado el cadáver a la casa del finado, formándose la cámara mortuoria en una pieza con vista a la calle, en donde pocos momentos después comenzó a recibir la visita póstuma de sus amigos que pasaron por su casa durante todo el día”. (El Imparcial del 8 de octubre).

“Cuando… se supo… la muerte del Sr. Dr. Altamirano… los señores licenciado Chávez y doctor Ramos tuvieron la idea de que el cadáver del señor doctor Altamirano fuera (llevado) al Instituto Médico Nacional, en donde se le formaría una capilla ardiente, y así se lo manifestaron a la familia del finado; pero ésta a su vez manifestó sus deseos de que el cadáver del jefe de ella fuera velado en su casa. Se convino que el personal del (Instituto Médico Nacional) hiciera guardias en la cámara mortuoria desde las dos de la tarde (del 7 de octubre) hasta las diez de la mañana (del 8 de octubre)”. (La Voz de México del 9 de octubre).

“La Escuela de Medicina y el Instituto Médico Nacional inmediatamente fueron puestos de luto, cerrando una de las hojas de sus puertas. Los estudiantes de medicina, dando pruebas de sus sentimientos, colectaron… algunas sumas que fueron empleadas en comprar ofrendas florales para enviarlas a la casa mortuoria. Los alumnos de su curso hicieron guardia de honor al cadáver desde las tres de la tarde hasta las nueve de la noche”. (La Patria del 8 de octubre).

“La Academia Nacional de Medicina suspendió su sesión…, después de leídas las actas como señal de duelo… El doctor Don José Ramón Icaza, presidente de la Academia, al dar cuenta de la muerte del doctor Altamirano, pronunció una alocución en la que se refirió a los méritos y virtudes del finado. Los doctores Cícero y Mendizábal fueron comisionados para asistir a los funerales”. (El Tiempo del 9 de octubre).

“Hasta las seis de la tarde habían llegado a la cámara mortuoria las coronas de las siguientes personas: de los alumnos de la Escuela Nacional de Medicina, con esta inscripción en un listón: “Al maestro Altamirano”, de la Prefectura Política de Guadalupe Hidalgo, del señor Teniente Coronel Porfirio Díaz, del señor ingeniero E. M Altamirano, del señor José Rojas y familia, del señor licenciado Rafael Rebollar, Procurador General de Justicia de la Nación, de los señores Hermann Ling y familia, Vidal Romero, Agustín Pérez de Lara, doctor José Ramos, Alberto Altamirano y González, Rafael Delgado y familia, Carlos Espino Barros, José M. Sánchez, Roberto Medellín, de la señora Sofía Mora viuda de Villegas, del Instituto Médico Nacional, –flores artificiales- de la servidumbre del mismo instituto, de la Sociedad Alzate, de la Academia de Medicina, de la Sociedad Farmacéutica”. (El Imparcial del 8 de octubre).

Sepelio: Jueves 8 de octubre de 1908.

Para las personas que asistirían a los funerales desde la capital (Ciudad de México), se dispuso un carro especial frente al Palacio Nacional, que las conduciría a la Villa de Guadalupe. (La Voz de México del 9 de octubre).

“Los funerales del doctor Altamirano se efectuaron a las diez de la mañana”. “La caja que guarda el cadáver del estimable finado fue sacada de la casa mortuoria de la Villa de Guadalupe, y conducida al salón de cabildos del Ayuntamiento de aquella Villa, donde se hizo una solemne manifestación para honrar su memoria”. Esto debido a que el Dr. Altamirano era Concejal del mismo Ayuntamiento. "Presidió el señor licenciado Don Ezequiel A. Chávez, Subsecretario de Instrucción Pública y Bellas Artes”. (El Diario del 9 de octubre).

“Pronunciaron sentidas oraciones frente al cadáver, el señor Lic. Don Modesto Martínez y el señor Lic. Chávez, y terminada la ceremonia, se organizó el cortejo, dirigiéndose al Panteón del Tepeyac”.  (El Diario del 9 de octubre).

“Asistieron  muchos caballeros, no obstante el mal tiempo, pues llovió toda la mañana”. (El Tiempo del 9 de octubre).

“Momentos antes de ser bajada la caja a la fosa, hablaron los señores doctores Luis E. Ruiz, ¿R.? Villada y José Ramos. La sepultura del señor doctor Altamirano fue cubierta por las innumerables ofrendas florales. Entre las personas que concurrieron al sepelio, además de las ya mencionadas, (estuvieron) las siguientes:

Señores Ing. Guillermo Beltrán y Puga, Ing. Jesús Galindo y Villa, Dr. Ricardo Carturegli, Dr. Constancio Peña Idiáquez, Dr. Juan B. Calderón, Profesor Francisco Bustillos, Dr. Gregorio Mendizábal, Dr. Ricardo Cícero, Profesor José Donaciano Morales y Mier Altamirano y otros, así como las comisiones de la Sociedad “Antonio Alzate”, Instituto Médico Nacional, Sociedad de Farmacia y Escuela de Medicina”. (El Diario del 9 de octubre).

Fuentes: Ver enlace siguiente: La muerte del Dr. Fernando Altamirano en los periódicos.

domingo, 7 de octubre de 2018

7 de octubre de 2018. Conmemoración de los 110 años del fallecimiento del Dr. Fernando Altamirano

Hoy se conmemoran 110 años del fallecimiento del Dr. Fernando Altamirano. Su muerte fue informada así en 1908.

"El Dr. Altamirano salió de su casa poco antes de las seis de la mañana, para ir a misa a la Basílica, cosa que acostumbraba hacer diariamente. Había caminado una calle cuando repentinamente en la Avenida Porfirio Díaz (en 2018 conocida como Calzada de Guadalupe), sufrió un síncope que lo hizo caer. Auxiliado por algunos transeúntes fue conducido a la casa de la familia Alva, en donde murió pocos minutos después, a las 6.15, cuando llegaba el Doctor Leopoldo Flores, quien había sido llamado violentamente. El Dr. Altamirano, desde que sufrió el síncope en la calle, hasta que murió, estuvo sin conocimiento. El facultativo padecía de un aneurisma en la aorta abdominal. La ruptura de este aneurisma causó la muerte, después de producir una abundante hemorragia interior. El cadáver fue trasladado a la casa de la familia Altamirano, donde se formó la capilla ardiente". (El Tiempo. 9 de octubre de 1908).

Para ver más notas en diarios sobre su muerte, ver la siguiente entrada: La muerte del Dr. Fernando Altamirano en los periódicos.

Que Dios lo admita a contemplar la luz de su rostro.



jueves, 12 de julio de 2018

Un discurso notable. Discurso del Dr. Fernando Altamirano del 10 de abril de 1898

A mediados de 1898, España enfrentaba la guerra contra los Estados Unidos. Unos días antes de la declaración formal de inicio de hostilidades por parte de los Estados Unidos y ya en un clima de tensión, un breve pero elocuente y arrebatador discurso “rebosante en amor a España” del Dr. Fernando Altamirano emocionó a la audiencia que se reunía en Madrid para la inauguración del IX Congreso Internacional de Higiene y Demografía, la tarde del domingo 10 de abril de 1898.

El discurso fue tan notable y elogiado que fue publicado en los diarios españoles La Unión Católica (primera plana), La Época, y El Imparcial (primera plana), y también fue mencionado en otros muy importantes como el Heraldo de Madrid (primera plana), El País, La Iberia, El Liberal (primera plana), y El Globo (primera plana).

El discurso fue publicado así en los diarios La Época (10/abr/1898) y La Unión Católica (12/abr/1898):

 “Altamente me honra –dijo– hacer uso de la palabra en esta ocasión en nombre de mi gobierno, y saludar con todo el entusiasmo de mi corazón a la noble y generosa España; entusiasmo que no poseo medios de expresar, tratándose, como se trata, de la nación bendita que es madre de mi patria". (Grandes aplausos).

"A ella debemos los grandes beneficios que nos produjo la conquista, y por ella pertenecemos a una raza privilegiada, donde tienen sus gérmenes todo lo bueno, todo lo grande y todo lo hermoso; a ella debemos nuestra sagrada religión y la dicha de que yo pueda en este momento expresarme en la rica y hermosa lengua castellana. El gobierno mexicano aceptó la invitación de este congreso con el doble objeto de demostrar su cariño al pueblo español, así como de probar cuanto se interesa México por el desarrollo de las ciencias en bien de la humanidad”. (Muchos aplausos).

El Imparcial (18/abr/1898) agregó además esta emotiva parte del discurso del Dr. Altamirano:

“¡Tierra bendita –exclamó– que guarda nuestra historia, nuestra flora, nuestros monumentos, nuestra religión, nuestro idioma, nuestros sentimientos y la noble sangre que corre por nuestras venas!" 

"No venimos, pues, como el peregrino a tierra desconocida, sino como el hijo a la casa paterna, y al estrechar la mano de nuestros hermanos… ¡qué dulce satisfacción, qué corriente de simpatía se ha establecido, que nos hace sentir cuanto ellos sienten y proponernos lo que ellos propongan!”


Mención del discurso notable del Dr. Fernando Altamirano en la edición de La Unión Católica del 12 de abril de 1898.

Mención del discurso del Dr. Fernando Altamirano en la edicón de La Época del 10 de abril de 1898.


Mención del discurso del Dr. Fernando Altamirano en la edición de El Imparcial del 18 de abril de 1898.

Mención del discurso del Dr. Fernando Altamirano en la edición del Heraldo de Madrid del 11 de abril de 1898.


Mención del discurso del Dr. Fernando Altamirano en la edición de El País del 11 de  abril de 1898.

Mención del discurso del Dr. Fernando Altamirano en la edición de La Iberia del 11 de abril de 1898.

Mención del discurso del Dr. Fernando Altamirano en la edición de El Liberal del 11 de abril de 1898.

Mención de la participación del Dr. Fernando Altamirano en la inauguración del IX Congreso Internacional de Higene, en la edición de El Globo del 18 de abril de 1898.

sábado, 3 de marzo de 2018

Parentesco del Dr. Fernando Altamirano con científicos e investigadores de su época..., y con algunos escritores y poetas.

El Dr. Fernando Altamirano tuvo parentesco con algunos importantes científicos e investigadores de su época, principalmente, médicos, farmacéuticos y botánicos, algunos de los cuales trabajaron con él en el Instituto Médico Nacional. Entre ellos están:

-Federico Altamirano Carbajal (1850-1886). Hermano. Fue un farmacéutico egresado también de la Escuela Nacional de Medicina. Concluyó sus estudios en 1871, con la tesis titulada El Zihoapactli, o Sinhuapaste, que fue reimpresa en la revista La Naturaleza, de la Sociedad Mexicana de Historia Natural.  Contrajo matrimonio con María Felipa Villaseñor Rodríguez, con quien tuvo nueve hijos. Falleció de tifo el 3 de marzo de 1886 en San Luis Potosí, cuando trabajaba como farmacéutico del hospital militar de esa ciudad.

-Manuel Altamirano (1785-1865). Abuelo. Fue un importante médico y botánico de principios del siglo XIX, de quien Fernando Altamirano obtuvo importantes conocimientos de botánica durante su niñez y adolescencia. Fue examinado y aprobado como médico en 1810, y trabajó inicialmente en San Luis Potosí, donde participó en una segunda fase de la campaña de vacunación de Balmis, formalmente conocida como la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna, y fue maestro de latín. Colectó un extenso herbario con plantas de Querétaro, San Luis Potosí y el Valle de México y realizó la descripción taxonómica de un gran número de plantas mexicanas. Fue también el primer taquígrafo del Congreso de la Nación,  desde 1822 hasta 1835. Escribió también algunos poemas, como el llamado De Dei Genitricis Mente Carmina, de 1860, que fue publicado en 1875, 10 años después de su muerte en el semanario El Mensajero Católico.  Contrajo matrimonio con Isabel Téllez González, y a la muerte de ella tuvo al menos otros cuatro matrimonios.

-Manuel Urbina y Altamirano. (1843-1906). Primo. Fue un importante médico y botánico mexicano. Egresó de la Escuela Nacional de Medicina. Fue director del Museo Nacional en varias ocasiones y trabajó en el Instituto Médico Nacional en la sección de botánica. Contrajo matrimonio con  Concepción Frías y Soto.

-José Donaciano Morales y Mier Altamirano (1850-1929). Primo segundo. Fue un reconocido químico, farmacéutico y profesor mexicano. Estudió en la Escuela Nacional de Medicina, donde en 1870, presentó una tesis sobre la yerba del zorrillo.  Fue vocal del Consejo Superior de Salubridad de 1876 a 1921.  Trabajó en el Instituto Médico Nacional como jefe de la Segunda Sección, enfocada en estudios de química analítica, de 1889 a 1893. Fue profesor de farmacia y química en la Escuela Nacional de Medicina hasta cerca de 1924.  Contrajo matrimonio con Dolores del Río Méndez, con quien tuvo al menos siete hijos. A la muerte de su primera esposa, contrajo matrimonio nuevamente con su prima hermana Luz Mier y Altamirano Villamil.

-Federico Fidencio Villaseñor. (1868-1909). Yerno. Fue esposo de Luisa Altamirano González, hija del Dr. Altamirano. Fue un médico y farmacéutico. Trabajó en el Instituto Médico Nacional y llegó a ser jefe de la Sección de Química del mismo.

-Juan Manuel Noriega (1869-1958). Tío segundo. Farmacéutico y químico. Debido a que su madre nació cuando su abuelo, Antonio Téllez, tenía ya cerca de 73 años de edad, hubo un desfase en edad con otros miembros de la familia, lo que provocó que a pesar de ser tío segundo del Dr. Fernando Altamirano, fuera casi veintiún años más joven que éste.  Egresó como farmacéutico en la Escuela Nacional de Medicina en 1893. Trabajó en el Instituto Médico Nacional al menos desde 1896. Participó en la Farmacopea Mexicana y escribió el libro Historia de las Drogas. De 1927 a 1929, fue director de la Facultad de Ciencias Químicas de la que sería la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

-Alfonso Altamirano y Rojas (1877-1908). Sobrino. Fue un médico que obtuvo su título de la Escuela Nacional de Medicina en 1904, e ingresó a trabajar luego como investigador en el Instituto Médico Nacional. Sin embargo, falleció de ictericia en el curso de cirrosis, el 26 de agosto de 1908.

-Rafael Altamirano González (1879-1956). Hijo. Fue perito agrícola e ingeniero que trabajó inicialmente en el Instituto Médico Nacional como archivero, bibliotecario y encargado de publicaciones del instituto. Acompañó a su padre, el Dr. Fernando Altamirano, en muchas excursiones de la institución. Posteriormente, al igual que sus hermanos Alberto y Carlos realizó algunos inventos que patentó, principalmente en el ramo de la ingeniería agrícola, como un producto alimenticio denominado “Azteca” en 1927 y un instrumento de ingeniería para levantar secciones transversales en 1942. Contrajo matrimonio con Dolores Zaldívar Villaseñor, con quien tuvo al menos tres hijos.

Además, el Dr. Fernando Altamirano tuvo parentesco con algunos escritores y poetas de la época, entre los que destacan:

-Antonio Téllez (1759-1837). Bisabuelo. Maestro y poeta. Miembro de la Conspiración de Querétaro. Secretario de la Academia Literaria con la cual se disfrazaba esa conspiración. Escribió algunos poemas.

-Juan Nepomuceno y Mier Altamirano (1780-1845). Tío abuelo. Abogado, juez y poeta. Miembro de la Conspiración de Querétaro, y posteriormente fue regidor del Ayuntamiento de Santiago de Querétaro y diputado suplente para las Cortes. Después de la Independencia de México, fue diputado en el Primer Congreso y en la Junta Nacional instituyente. Posteriormente, fue juez de distrito en San Luis Potosí, magistrado en la Fiscalía de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y magistrado del Tribunal Superior de Justicia del Departamento de México. Contrajo matrimonio con  Manuela Arroyo Juárez con quien tuvo varios hijos. Falleció el 8 de diciembre de 1845, en la Ciudad de México.

-María Nestora Téllez  (1829-1890). Tía abuela. Maestra y escritora, conocida por su novela Staurofila.

-Juan B. Delgado (1868-1929). Sobrino. Fue un poeta y diplomático mexicano, miembro de la Academia Mexicana de la Lengua desde 1923 y diplomático en Nicaragua, España, Alemania, Francia y Colombia. Realizó estudios de medicina pero no terminó la carrera, aunque sí acompañó al Dr. Fernando Altamirano en varias excursiones botánicas.

-Eduardo Altamirano y Rojas. (1875-1951). Sobrino. Fue ingeniero y publicó algunos poemas, sobre todo en su natal Querétaro.  Fue conocido nacionalmente por una carta de protesta que escribió luego de ser despedido como ingeniero del Departamento del Catastro de la Ciudad de México por negarse a participar en una marcha en apoyo a la llamada “Ley Calles”, de 1926.

Parentesco del Dr. Fernando Altamirano con algunos científicos e investigadores de su época (y con algunos escritores y poetas).



miércoles, 10 de enero de 2018

Foto del Dr. Fernando Altamirano en artículo "The Rubber Plants of Mexico" de 1909, por H. H. Rusby

Foto de espaldas del Dr. Fernando Altamirano (a la derecha en la foto), en el artículo del botánico estadounidense Henry Hurd Rusby (1855-1940) titulado "The Rubber Plants of Mexico".

Este artículo fue publicado en septiembre de 1909, casi un año después de la muerte del Dr. Altamirano, en el número 9, del volumen 9, de la revista Torreya, editada en Nueva York por The Torrey Botanical Club.

En el artículo se menciona el Palo Amarillo, o Euphorbia elástica (después renombrada como Euphorbia fulva), planta que fue estudiada y promovida como productora de caucho por el Dr. Altamirano en el Instituto Médico Nacional. (Ver artículo original sobre el Palo Amarillo y artículo con reclasificación de la especie como Euphorbia fulva por Stapf).

Dr. Henry H. Rusby (left) and Dr. Fernando Altamirano (right)










Fotografía con color agregado del Dr. Henry H. Rusby (izquierda) and Dr. Fernando Altamirano (derecha)