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Índice de documentos presentados sobre el Dr. Fernando Altamirano

miércoles, 31 de agosto de 2016

31 de agosto de 1905. Publicación del artículo sobre el Palo Amarillo.

31 de agosto de 1905. El Artículo del Dr. Fernando Altamirano y del Dr. Joseph N. Rose sobre el Palo Amarillo Euphorbia elastica (Altamirano y Rose, sp. nov) finalmente fue publicado en el tomo VII, de los Anales del Instituto Médico Nacional, de Agosto de 1905.  El escrito de presentación lo hizo el Dr. Altamirano hace casi dos meses, el 1 de julio de 1905.

Fernando Altamirano Carbajal. Anales del Instituto Médico Nacional. 1905.

31 de agosto de 1903. Informe del director.

31 de agosto de 1903. Informe del director.

Se hizo el arreglo de la publicación del catálogo del herbario general del Instituto, ilustrado con fotografías y mapas de la República Mexicana, donde se señalará la distribución geográfica de cada especie mexicana… 

Para comprender en el título de la publicación este texto, le he agregado el calificativo de Botánico y Médico.  El título será, pues, “Foto-herbario Botánico y Médico de la Flora Mexicana”.  

El objeto de esta obra, el programa para publicarla y la utilidad que presenta, se podrán conocer en la carta que dirigí al Sr. J. N. Rose, profesor de Botánica del Herbario Nacional del museo de Washington, que actualmente se encuentra en México.  En ella le consulto su opinión sobre si juzga conveniente que salga a luz dicho foto-herbario y la forma que he pensado darle.  La respuesta por escrito de este inminente sabio, la acompañó a una carta a la que luego daré lectura.  

Otra publicación que me ha ocupado también: un boletín semestral del Instituto...

La Dirección tuvo el gusto de recibir al eminente botánico del herbario del Museo N. de los Estados Unidos, Sr. J. N. Rose. Vino al Instituto con el fin de dejar la colección de plantas con que anualmente nos ayuda para la formación de nuestro herbario. Nos ha proporcionado una valiosa colección, cuyo catálogo y fotografías aparecerán en el Foto-herbario de que he hablado.  El Dr. Rose tuvo la bondad de dedicar al Director de este Instituto, un género nuevo, de la familia de las Crasuláceas.  Este género lo denominó Altamiranoa; contiene ocho especies, entre ellas las siguientes:  Altamiranoa batesii, Rose.- A. goldmani, Rose.- A. elongata, Rose, etc.  Reciba el Sr. Rose mi afectuoso reconocimiento por la honrosa distinción que me hace, al dedicarme un género botánico...

Fuente: Fernando Altamirano Carbajal. Anales del Instituto médico Nacional. 1903.
















Tomada del Bulletin of the New York Botanical Garden, Volume III, P. 31-33. 1903.

martes, 30 de agosto de 2016

Agosto de 1897. XII Congreso Médico Internacional en Moscú,

19 de agosto de 1897. Inicia el XII Congreso Médico Internacional en Moscú, el cual continuará hasta el 26 de agosto.  Entre la delegación mexicana se cuenta con el Dr. Fernando Altamirano y con el Dr. Daniel Vergara Lope por parte del Instituto Médico Nacional. El Dr. Vergara Lope entregará un informe detallado de las visitas realizas a laboratorios y centros de investigación en Moscú y San Petersburgo, aunque en estos no menciona al Dr. Altamirano.

Agosto de 1897. La noticia de los estudios del Dr. Fernando Altamirano sobre el zapote blanco sigue extendiéndose; ahora por Ohio.

17 de agosto de 1897. La noticia de los estudios del Dr. Fernando Altamirano sobre el zapote blanco sigue extendiéndose.  El periódico Marietta Daily Leader, de Marietta, Ohio, Estados Unidos, informa sobre los efectos narcóticos inofensivos del extracto de semillas del zapote blanco estudiados por el Dr. Fernando Altamirano en el Instituto Médico Nacional y probado con buenos resultados en el hospital psiquiátrico de mujeres de la Ciudad de México por el Dr. López Hermosa.

Noticia en el Marietta Daily Leader del 17 de agosto de 1897.


30 de agosto de 1905. Informe del Director en la Junta Mensual del Instituto Médico Nacional.

30 de agosto de 1905. 10:15 am. Se abre la sesión de la Junta Mensual del Instituto Médico Nacional.  Al principio, se informan los principales asuntos despachados por la Dirección, entre los que están la comunicación de la Secretaría de Fomento con el nombramiento como Estudiante Colaborador, interino, de la Sección 2ª. del C. Rafael Altamirano de 26 años de edad e hijo del Dr. Fernando Altamirano), en sustitución del C. Alberto Altamirano (Alberto Altamirano González, otro hijo del Dr. Altamirano, de 19 años), a quién se le concedió una licencia de dos meses sin goce de sueldo.

Informe del Director. 

Tengo la honra de informar a la honorable Junta de Profesores, que durante el mes de Agosto he llevado a cabo diversos trabajos, entre los cuales los principales son los siguientes: Conferencia de aniversario.- Hice un informe general de los principales trabajos que tienen actualmente entre manos los señores Profesores, y se le dio lectura ante el señor Ministro, que se sirvió presidir la sesión el día 14 del presente, aniversario de la creación de este Instituto.  En esa misma sesión, los señores profesores Vergara López, Sanders y Caturegli, hicieron una demostración práctica de sus trabajos. El primero acerca de su procedimiento para  inmunizar o curar los accidentes de intoxicación, producidos por el piquete de los alacranes; el segundo acerca de un método electrolítico para la preparación de los alcaloides; y el tercero, sobre un aparato para evitar la combustión de vapores inflamables que se desprenden durante operaciones de química analítica.  En esa sesión se inauguró el mobiliario del Salón de Juntas.  Por último, en la misma reunión fue presentado por el que habla, como Subdirector de este Instituto, el Sr. Dr. José Ramos, quien fue propuesto por la Dirección al señor Ministro de Fomento, aceptado por él con agrado, y nombrado con beneplácito, por el señor Presidente de la República.  

Excursión a la Sierra de Querétaro.- La hice en compañía del distinguido botánico del Museo de Washington, Sr. Doctor D. José Rose, de su asistente el Sr. Painter, y de José Rose (hijo), como ayudante. Partmos el día 18 y volvimos el día 28.  Los lugares visitados fueron: San Juan del Río, Tequisquiapan, Hacienda del Cuervo, perteneciente al Sr. D. Margarito reyes Ugalde, quien nos recibió con suma amabilidad y nos sirvió esmeradamente; Cadereyta, Vizarrón, Higuerillas, San Pablo y vuelta a San Juan. No recorrimos otros lugares, como nos habíamos propuesto, porque las dificultades del camino y lo riguroso del clima, causaron casi hasta la enfermedad, a uno de nuestros compañeros.  La colecta botánica que hicimos, sin embargo de estas dificultades, fue excelente, como se podrá ver luego que presentemos el informe detallado que estamos formando acerca de la Flora de aquella región interesante.  El Sr. Rose llevaba como estudio especial el de la familia de las Cactáceas; y yo, por mi parte, muy particularmente, el de las aplicaciones de las plantas.  Mi compañero llegaría a apuntar en su libro de notas, como 44 especies de Cácteas, entre las que hay algunas especies nuevas.  Colectó, además, como 150 especies de plantas diversas. En cuanto a mi colección, se compone del mismo número de ejemplares de Cácteas que la del Sr. Rose, y además, de cosa de 150 a 200 especies de otras plantas, con sus nombres vulgares más de la mitad de ellas.  

Entre mis plantas colectadas hay muchas de útiles aplicaciones, de las que mencionaré ahora las siguientes: En primer lugar, la que actualmente está ya siendo objeto de una lucrativa explotación, conocida con el nombre de Guayule.  Se le llama en aquellos lugares Tatanini (palabra otomí), y también Hierba blanca y Hierba ceniza… Otra de las plantas de interés en aquellos rumbos, es la Krameria, especie distinta de la que hemos estudiado en el Instituto últimamente, y susceptible de explotación, porque produce en abundancia raíces gruesas muy astringentes.  Encontré también la Damiana, de la familia de las Turneráceas… A la Turnera le llaman Hierba de la Pastora, y la usan para curar indigestiones, y como tónico estomacal… Encontré también en abundancia dos o tres especies de Cucurbitáceas que llaman Calabaza Hedionda, a dos de ellas, y Meloncillo a otra. Ya nos hemos ocupado aquí de ellas, como se recordará, señalando que tienen una esencia sulfurada... 

Además de las platas, colecté también ejemplares de rocas, para los estudios geológicos. Recogí en Tequisquiapan muestras de Tiza o Trípoli, y huesos (?) fósiles, los que también son usados ahí como medicina, con el nombre de Espondio.  Tengo el gusto de presentar a la Junta, un perfil altimétrico que el Sr. Galindo y Villa me hizo favor de construir con los datos recogidos por mí en mi excursión a Querétaro, en el año de 1896, así como un plano en el que está marcando el camino recorrido. Los datos análogos que ahora recogí, se podrán anexar a esos mismos planos y al publicarse el informe general de nuestra última excursión, se ilustrará con esas cartas, y se le agregará la lista de las plantas colectadas en 96, que corresponden a otras regiones distintas a las que ahora exploramos.  Memoria monográficas acerca de la Flora Mexicana.- Bajo este título, y a la reserva de cambiarlo por otro, si fuere más conveniente, hemos comenzado el Sr. Dr. Urbina y yo, por vía de ensayo, a estudiar la familia de las Malpigiáceas…  

Fuente: Fernando Altamirano Carbajal. Anales del Instituto Médico Nacional. 1905.







sábado, 27 de agosto de 2016

Memoria acerca de una Excursión Botánica al Estado de Querétaro. (Terminada el 27 de agosto de 1905).

27 de agosto de 1905. De San Juan del Río a México.

Continué mis operaciones ayudado y atendido amable y eficientemente por la esposa del licenciado, Sra. Soledad González de Hernández, y a las 10 había yo entregado mis bultos al express y quedaba en disposición de visitar el mercado para examinar productos naturales de venta ahí.  Lo más notable que me encontré fue: en primer lugar el Azafrán de Bolita (Argithania ¿heterantha?) que es vendido como artículo corriente de comercio, por el uso general que tiene para sazonar alimentos. Para esto arrojan dentro de la olla en que hacen el cocido de carne unas cuantas almendritas, e inmediatamente toma el caldo un color amarillo como el que le da el azafrán verdadero. La materia colorante amarilla que se mezcla con el caldo es arrastrada por el aceite de la semilla que con el calor se desprende de ella y se mezcla con el líquido, no causa ningún trastorno digestivo ni tiene sabor desagradable, según me informaron varias personas.

Los sopladores (aventadores) que se vendían ese día estaban hechos: unos de hojas de Nolina que les da un aspecto brillante muy agradable; y otros de Tule, una Tipha, que no les da brillo ni resisten mucho al uso.

Vi con admiración que el famoso Espondio que yo había colectado en Tequisquiapan estaba en venta y era consumido activamente por el público. Me informaron que el origen de este producto era el mismo que el mío, y que lo usan con gran fe para curar la Epilepsia, particularmente.

Había otras muchas drogas vulgares de las que ya conocemos y que ni merecen mencionarse.

Por fin, a las doce y media nos instalamos en el tren y partimos para México a donde llegamos con toda felicidad a las seis de la tarde. Aquí terminó nuestra expedición de la cual quedé sumamente complacido por la magnífica compañía del Dr. Rose y de sus entendidos ayudantes.

Fernando Altamirano Carbajal: Memoria acerca de una Excursión Botánica al Estado de Querétaro. Anales del Instituto Médico Nacional. 1905





































viernes, 26 de agosto de 2016

26 de agosto de 1907. Fallecimiento de Luisa Altamirano Rojas, sobrina del Dr. Fernando Altamirano.

26 de agosto de 1907. Luisa Altamirano Rojas, sobrina del Dr. Fernando Altamirano, fallece en Guadalupe Hidalgo. Ella era hija de Eduardo Altamirano y Monterde y hermana del Ing. Eduardo M. Altamirano y Rojas. Esto lo informará el Periódico Oficial del Estado de Querétaro. La Sombra de Arteaga el 4 de septiembre de 1907.


26 de agosto de 1905. Entre el Ciervo y San Juan del Río. Memoria acerca de una Excursión Botánica al Estado de Querétaro.

26 de agosto de 1905. Entre el Ciervo y San Juan del Río.

Amanecieron mis compañeros de excursión sumamente cansados, y el Dr. Rose me decía, al darle la señal de partida, pues ya estaban listas las cabalgaduras, que muy temprano había yo arreglado, que se sentía muy perezoso y que de buena gana se quedaría durmiendo todavía. 

Pero, no obstante, en cinco minutos se alistó y todos nos fuimos a desayunar, y a las 7 de la mañana emprendimos la partida a San Juan del Río.

Al pasar por Tequisquiapan, recogimos los fósiles de que ya hablé y continuamos rápidamente nuestro camino. Colectamos, sin embargo, muchos ejemplares, y a las cuatro de la tarde entrábamos a San Juan.

El Dr. Rose y sus ayudantes posaron en el Hotel del Ferrocarril y yo en la casa del Sr. Antonino Hernández, mi hermano político.

Inmediatamente comencé el arreglo de mis plantas, y el de mi viaje a México para el siguiente día que era domingo. En esto y en hacer mis apuntes, ordenándolos convenientemente, sobre todo los perfiles altimétricos, pasé media noche.

Fernando Altamirano Carbajal: Memoria acerca de una Excursión Botánica al Estado de Querétaro. Anales del Instituto Médico Nacional. 1905


miércoles, 24 de agosto de 2016

25 de agosto de 1905. Entre San Pablo y El Ciervo. Memoria acerca de una Excursión Botánica al Estado de Querétaro

25 de agosto de 1905. Entre San Pablo y El Ciervo.

Partimos de la Hacienda de San Pablo a las 6 ½ de la mañana, con el propósito de pasar por Cadereyta a medio día para tener tiempo de remitir de allí nuestra colecta por el express, y salir después para el Ciervo a donde llegaríamos temprano en la tarde. Así fue; recorrimos nuestro camino con una poca de más violencia, y el mozo de estribo, acomodó al Sr. Painter de tal manera en la silla con unos cobertores, que ya pudo caminar en el caballo. La Flora nos proporcionó varios ejemplares de interés, y notamos que en efecto era más abundante, como nos lo había parecido cuando la divisamos en general desde el Puerto del Ronco. Los tipos arborescentes eran más abundantes y representados: por el Palo Bobo (Ipomæa murucoides). No habíamos encontrado este árbol en todo nuestro camino; pero aquí lo hay en abundancia y se extiende por Tolimán y Bernal, según he observado en otras excursiones. Se puede decir que ocupa todo el fondo de esa especie de gran cuenca de que ya hablamos. 

Otro tipo arborescente que abunda por ahí es la Palma corriente (Yuca australis) de que ya hemos hecho mención; pero aquí tuve nuevos datos acerca de las aplicaciones que tiene en esos lugares. La explotan para hacer Palmos en gran cantidad, ya lo dijimos; pero el procedimiento que siguen para esta fabricación, ahora lo voy a decir tal como me lo comunicó Nieves. Cortan la Palma y dividen al tronco principal en trozos del tamaño de un metro y medio, poco más o menos, que es el que deberán tener los cajones para las colmenas. Sacan la parte central que es muy fibrosa, la majan con un palo y la lavan en una corriente de agua para que se lleve todos los fragmentos pequeños que con los golpes se han desprendido de entre las fibras y forman así unas láminas como telas gruesas y fibrosas que extienden unas sobre otras, bien acomodadas, de manera de hacer una especie de tapete de un metro de largo. En seguida fijan aquellas telas superpuestas con unas costuras transversales. Aquel tapete queda blando, flexible, resistente, de color blanco agradable, pero de libras muy burdas. El uso principal de estos Palmos, como se les llama en todas partes, es para sudaderos de los animales de carga especialmente. 

Otra explotación de la Palma es la fibra que se puede extraer tanto del corazón de los tallos como de las hojas, y con ellas fabricar cordeles, mecatillos, etc. Pero de las hojas hacen, una vez majadas y raspadas para aislar casi no más las fibras, unas teas que venden para la iluminación de las minas. Para ello meten aquel manojo fibroso en un baño de brea fundida y medio lo tuercen. Cuando se solidifica la brea queda un haz rígido, combustible, fácil para encenderse y llevarlo en la mano. 

También preparan, según nuestro indígena, alcohol con las puntas de esta Palma. Para esto cortan las extremidades de los tallos y los asan según el procedimiento que se sigue para el mezcal de maguey. El Sotol (Dasylirion) sirve también para el mismo uso; pero el alcohol que produce es de mala calidad. El Junquillo (Nolina quadrangularis) también puede dar alcohol; pero no así la Cucharilla (Agave). 

Toda esta Flora tupida y arborescente, entre la cual figuraba desde San Pablo en abundancia decreciente la Tataniní o Guayule, la dejamos de observar en la cuesta del Sauz. Al comenzar a subir esta cuesta encontramos por último, como más notable, varias especies de Nopales llamados unos Zayulas, otros Melones, otros Amarillos o Anteados, etc. 

Al pie de Cocula, había unos jacalitos a la orilla del camino donde vendían las tunas de aquellos diversos nopales. Mis compañeros y yo comimos con delicia aquellos sabrosos frutos que nos mitigaron la sed ardiente que llevábamos. Probamos el colonche que también vendían ahí mismo, pero no lo pudimos beber por el sabor ácido repugnante que tenía. Las tunas sí agradaron sobre manera a mis compañeros. 

Una vez que ascendimos la cuesta, entramos a una meseta tepetatosa llamada los Llanitos y a poco andar comenzamos a descender rápidamente hasta llegar al valle de Cadereyta. Atravesamos éste rápidamente, pues ahí no teníamos ya que colectar y llegamos a Cadereyta a las doce. 

Inmediatamente entregamos nuestros bultos, que empacamos en cajones, al comerciante que ya nos había remitido nuestra colecta, cuando pasamos la vez primera, para que también ahora los mandara a México por el Nacional Mexicano. Comimos en seguida y partimos para el Ciervo a la una y media. En este punto despedimos a nuestro buen guía Nieves, así como al otro indígena que había tomado a mi servicio en esa localidad. 

Al salir de Cadereyta, encontramos en abundancia la tuna Zayula que es alargada y más grande que las otras tunas. En seguida recogimos todavía algunas cactáceas y otras plantas, y llegamos a la Hacienda del Ciervo a las cuatro de la tarde. 

Fernando Altamirano Carbajal: Memoria acerca de una Excursión Botánica al Estado de Querétaro. Anales del Instituto Médico Nacional. 1905.



24 de agosto de 1905. Entre Higuerillas y San Pablo. Memoria acerca de una Excursión Botánica al Estado de Querétaro.

24 de agosto de 1905. Entre Higuerillas y San Pablo.

Fue preciso para mí levantarme a las 5 de la mañana para el arreglo de mis plantas. Mis compañeros continuaron en reposo por lo agotados que se encontraban y porque ya no tenían tanta necesidad como yo de ordenar sus plantas en papeles. Ellos llevaban por método colocarlas entre sus pliegos casi a medida que las recogían, pues apenas habían reunido de 6 a 8 especies se detenían y en el suelo abrían su herbario y colocaban los especímenes. Magnífico medio de conservarles el buen aspecto y evitarse esta tarea al llegar a las posadas; pero más retardado, en cambio, para caminar, por las detenciones frecuentes que exige, aunque en este viaje no eran de tenerse en consideración porque todos éramos del mismo gusto y estábamos dedicados al mismo asunto. Más no pasa lo mismo cuando se marcha con compañeros que se dedican a distintos asuntos, como suele pasar cuando se aprovecha alguna oportunidad de viajar con un jefe político, por ejemplo, que visita sus jurisdicciones, etc. Entonces se debe hacer la colecta de ejemplares al paso rápido del caballo y no se puede uno detener ni cinco minutos al arreglo de lo colectado. Para estos casos, que han sido para mí los más frecuentes, he tenido que sujetarme a lo que la práctica me ha ensenado: recoger los ejemplares que encuentro a mi paso o que voy a buscar, rápidamente a los lados del camino y reunirlos en un saco de hule que llevo colgado en la cabeza de mi silla con cierto método y gran cuidado para evitar las deformaciones de las hojas y caída de las flores. Al mismo tiempo llevo en mi libro de apuntes mis notas relativas a nombres vulgares, localidades, distancias, indicaciones del aneroide y del termómetro y otras más. Todos Los apuntes los hago andando mi cabalgadura para no detenerme ni fastidiar a mis compañeros. Al Llegar a la posada me dedico a la colocación, en papeles, de lo colectado, poniendo desde luego en los misinos pliegos nombres vulgares y otras notas, operación que necesita varias horas de trabajo continuo y rápido. Terminado el arreglo, coloco el bulto que resulta entre dos bastidores ligeros con alambrado y los comprimo con correas. Además, para violentar tiempo y la desecación, hago paquetes en la forma de que ya hable atrás. 

Pues bien, estas operaciones tenía yo que hacer en Higuerillas muy temprano, y por eso comencé desde las cinco. Como a las 8 había concluido y nos fuimos a nuestro restaurant a tomar el almuerzo y desayuno que ya había mandado preparar. Nos atendieron perfectamente, y estando en esta operación llegó Nieves con su cargamento de Biznagas y de otras plantas. Escogimos las dos especies del Peyote y como había traído casi 30 kilos de esa droga, que me serían útiles para los estudios del Instituto, fue preciso alquilarle la muía que tenía, para que nos los llevara, así como los bultos de las plantas que ya habían aumentado mucho. En fin, después de platicar con el Administrador y de habernos prometido que arreglaría con su patrón el cultivo de unas tres mil plantas de Tataniní para ensayar la manera de propagarla económicamente, nos despedimos de nuestro servicial amigo que gratuitamente nos había hospedado. A las 10 a. m. se puso en marcha la caravana reforzada con el indígena Nieves que nos servía de guía a la vez que de informante y de cargador. 

Tomamos el camino para Tolimán, según habíamos convenido la víspera el Dr. Rose y yo. Painter caminaba trabajosamente en su caballo y a poco andar prefirió ir a pie. Como ya no tenía animo de colectar y nosotros nos deteníamos frecuentemente, él se adelantó mucho y cuando llegamos al punto en que se divide el camino en dos direcciones: una para Tolimán, y otra para San Pablo, ya había pasado muy adelante rumbo a San Pablo, y fue preciso prescindir de nuestra marcha a Tolimán y dirigirnos a ese lugar. Todo nuestro camino fue en el fondo de una cañada, a la orilla casi de un arroyo sin agua. Marchábamos río arriba y después de cuatro horas de andar llegamos a la parte más alta de la vía, en un punto Llamado "Puerto del Ronco." Eran las dos de la tarde y nos quemaba un sol intenso. Ahí nos reunimos con Painter que nos aguardaba y disfrutamos por algún tiempo de la espléndida vista que se nos presentó. Pudimos divisar a Tolimán, al pueblo de San Pablo, a la Peña de Bernal, etc. Tolimán y San Pablo quedaban en el fondo de una especie de cuenca escabrosa y llena de pequeños cerros rodeada de altísimas montañas. 

Un manto de vegetación, más verde y tupida que la que acabábamos de pasar, cubría aquella cuenca y a todas las montañas. El camino continuó en zigzag con un rápido descenso, y después de dos horas, penosas para Painter, llegamos a San Pablo. Es un pueblo grande situado en las márgenes de un arroyo, que aunque no lleva gran cantidad de agua, mantiene una vigorosa vegetación arborescente. El pueblo cultiva varias huertas y se produce buena fruta. Casi todas las casas son jacales, pero en el centro las hay también de muros de piedra. Cuenta con algún comercio, en tiendas pequeñas, pero los habitantes son inhospitalarios según nos pareció. Nuestro guía Nieves nos llevó al pueblo con la seguridad de que ahí encontraríamos posada y alimentos según la práctica que tenía; pero no conseguimos ni lo uno ni lo otro, no obstante nuestras súplicas y ofertas de pagos. Se mostraron el reverso de la buena viejecita de Vizarrón. Tuvimos que dirigirnos entonces a la hacienda del mismo nombre, que está a las orillas del pueblo, decididos a que si no nos albergaban ahí, pasaríamos la noche debajo de un árbol. Por fortuna no fue así, y al tocar el zaguán se abrió luego y nos recibió el Administrador, que aunque vacilando, nos franqueó la puerta y nos ofreció alojarnos en unas piezas de esa gran hacienda. Fue una felicidad para los cansados, y desde luego tomaron posesión de las recámaras que estaban provistas de buenos y abundantes colchones en sus camas respectivas. No fue posible conseguir que nos hicieran de comer, entre la cuadrilla de la hacienda ni en el pueblo, hasta que compadecido el Administrador de nuestra situación, mandó prepararnos alimentos en su casa. A la 5 ½ tomamos chocolate con gordas de maíz, porque no había pan, y cenamos a las ocho de la noche. Aquella gran casa está casi abandonada y las víboras la han tomado por su cuenta, pues nos refirió el Administrador que ha matado en el curso de este a año como 50 reptiles, a cual más venenosos. Algunas víboras de cascabel las ha llegado a encontrar sobre su buró. Dormimos con gran comodidad, y al día siguiente, después de pagar nuestros gustos al Administrador, partimos para la hacienda del Ciervo. 

Debo decir algo respecto a la Flora que acabamos de estudiar. 

Al salir de Higuerillas seguimos observando casi la misma que la del día anterior. Sin embargo, podemos decir qué la Larrea y la Fouquiera eran más abundantes entre Vizarrón e Higuerillas y que aquí casi eran sustituidas por una Acacia muy resinosa. La corteza de ella se veía cubierta de un verdadero barniz brillante y adhesivo, particularidad muy curiosa entre las Leguminosas y que nos llevó a preguntarnos si el clima de aquellos lugares exigiría esta condición para la vida de esas plantas y de otras. En efecto, se recordará que dijimos que tanto la Gobernadora como la Chiquiña son muy resinosas. Vemos, pues, que aquí donde no hay aquellas plantas resinosas, tienen sin embargo ese carácter las que las representan. El clima de esa localidad es sumamente seco y cálido a la vez, y el suelo carece de tapiz de gramíneas, debido probablemente a lo deleznable del terreno indicado o a que no llueve. Otra leguminosa muy abundante por ese camino, era llamada Conzdá (acacia). Árbol grande lleno de flores amarillas cuya madera es muy apreciada como leña. 

El Guayule o Parthenium siguió presentándose en abundancia, y recogí un ejemplar muy crecido, de hojas anchas y poco lobadas, que me pareció ser especie distinta del P. incanum. 

Seguimos encontrando varias cactáceas y entre ellas dos especies o variedades del Nopal Duraznillo; una tiene las tunas blancas y se pueden comer con todo y cascara, es decir, que se les quita solamente La película superficial en la que se van las espinas; la otra presenta algunas diferencias en las pencas y en las espinas, pero sobre todo en las tunas que son rojas y no se les puede comer sino quitándoles toda la cáscara. Sin embargo, el Dr. Rose dijo que la segunda era la Opuntia altamirani caracterizada por el vello suave aterciopelado que cubre la superficie de las pencas, y que la primera era propiamente la tuna Duraznillo, Opuntia leucothricha. 

En el tramo comprendido de Higuerillas al Ronco, antes de subir la cuesta, me llamó la atención la gran cantidad de Sábila (Aloes sp?) que vegeta a la orilla del arroyo que he mencionado ya. Existe en grandes aglomeraciones impenetrables. Recogí ejemplares para determinar la especie y enseñé a Nieves cómo había de extraer el jugo para que me colectara cinco kilos. Producen las pencas abundante jugo que tal vez llegue a ser explotable como acíbar. 

Al llegar a San Pablo, causa admiración ver desde lejos grandes extensiones de terreno cubiertas de una planta de aspecto rojizo. Es el llamado Tasajo (Opuntia kleinae) cuyas tunas y pencas son algo rojizas, y como están tan aglomeradas entre sí, domina a toda la vegetación de matorral circunvecina, y se ve un campo rojizo. 

Las pencas son largas y angostas; la tunita es muy acida y huesosa, ácido cuya naturaleza no conocemos y del que se podría obtener grandes cantidades si llegare a demostrarse que era útil para algo. Lo mismo se puede decir del ácido del fruto del Cardon (Opuntia rosca). Ambos merecen ser analizados. 

Fernando Altamirano Carbajal: Memoria acerca de una Excursión Botánica al Estado de Querétaro. Anales del Instituto Médico Nacional. 1905.