Entrada destacada

Índice de documentos presentados sobre el Dr. Fernando Altamirano

martes, 30 de octubre de 2018

Dispensario Antituberculoso "Dr. Fernando Altamirano"

Diez años después de la muerte del Dr. Fernando Altamirano, su nombre fue puesto al primer dispensario contra la tuberculosIs que hubo en México. Así, el 6 de septiembre de 1918, hace 100 años, el Departamento de Salubridad Pública abrió el Dispensario Antituberculoso "Dr. Fernando Altamirano".

Este primer dispensario se ubicó en la calle de Tolsa, número 48, donde actualmente opera el Comité Ejecutivo Nacional del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Gobernación.

Poco más de seis años después, el 18 de febrero de 1925, el dispensario cambió su domicilio a la calle del Chopo número 131, hoy calle Dr. Enrique González Martínez, número 131, en donde siguió impartiendo sus funciones, aunque en condiciones más modestas. En ese local, actualmente se ubica el Centro Comunitario de Salud Mental Cuauhtémoc, en la colonia Santa María La Ribera.

A finales de 1929, debido a la construcción de otros dispensarios, el "Dr. Fernando Altamirano" fue trasladado al número 33-B de la calle José Joaquín Herrera, "por ser un rumbo populoso, de domicilios más humildes y alejados de los nuevos centros" (ver). Esta dirección se ubica actualmente unas 4 cuadras al sur de la estación Tepito, de la Línea B del Metro de la Ciudad de México.

Para 1940, el dispensario era considerado "dispensario antituberculoso para niños". Más tarde, en 1960, el Dispensario Antituberculoso "Dr. Fernando Altamirano" se localizaba en la calle Benjamín Hill, número 14, en la colonia Hipódromo Condesa, en los alrededores de Tacubaya, junto al Centro de Salud "Dr. Ángel Brioso Vasconcelos" que se inauguró allí el 9 de enero de 1954. Actualmente, en ese local continua funcionando el Centro de Salud T-III "Dr. Ángel Brioso Vasconcelos", pero ya no se menciona el dispensario.

Se adjuntan fotos de los locales.

Fuentes:
Consejo de Salubridad Pública. (2010). Cronología Médica Mexicana: Cinco Siglos. 737 p. Obtenido de: https://books.google.com.mx/books?id=o0sGx8r7oZoC&q=dispensario+antituberculoso+%22fernando+altamirano%22&dq=dispensario+antituberculoso+%22fernando+altamirano%22&hl=es-419&sa=X&redir_esc=y
Flores-Gutiérrez, S. C. (1998). Efemérides de febrero. UNAM. Depto. de Historia y Filosofía de la Medicina, Archivo Histórico de la Facultad de Medicina. Obtenido de: http://www.facmed.unam.mx/publicaciones/gaceta/feb2598/EFFEB98_WP.html
Asociacion Medica Franco-Mexicana. (1939) Pasteur: Revista mensual de medicina, Vol. 12,Tema 1, Parte 2. Obtenido de: https://books.google.com.mx/books?id=NrblAAAAMAAJ&q=%22al+lugar+en+donde+hoy+se+encuentra,+Jos%C3%A9+Joaqu%C3%ADn+Herrera+No.+33-bis,+por+ser+un+rumbo+populoso,+de+domicilios%22&dq=%22al+lugar+en+donde+hoy+se+encuentra,+Jos%C3%A9+Joaqu%C3%ADn+Herrera+No.+33-bis,+por+ser+un+rumbo+populoso,+de+domicilios%22&hl=es-419&sa=X&redir_esc=y
Secretaría de la Asistencia Pública. (1940). La asistencia social en México: Sexenio de 1934-1940. Talleres gráficos de la Nación. 280 p. Obtenido de: https://books.google.com.mx/books?id=ufsYAAAAIAAJ&q=dispensario+antituberculoso+%22fernando+altamirano%22&dq=dispensario+antituberculoso+%22fernando+altamirano%22&hl=es-419&sa=X&redir_esc=y
Álvarez-Amézquita, J. (1960). Historia de la Salubridad y la Asistencia en México. V. 4. Secretaria de Salubridad y Asistencia. Obtenido de: https://books.google.com.mx/books?id=dlNrAAAAMAAJ&q=dispensario+antituberculoso+%22fernando+altamirano%22&dq=dispensario+antituberculoso+%22fernando+altamirano%22&hl=es-419&sa=X&redir_esc=y


Locales del Dispensario Antituberculoso "Dr. Fernando Altamirano" a través de los años. Fuente de imágenes: © 2018 Google Street View.




lunes, 29 de octubre de 2018

28 de octubre de 1898. Comentario sobre un artículo del Dr. Altamirano en la revista Science

Viernes 28 de octubre de 1898. La revista Science publica una nota en la que se menciona un artículo del Dr. Fernando Altamirano. La nota es del arqueólogo, etnólogo y lingüista norteamericano Daniel Garrison Brinton (1837–1899), profesor de la Universidad de Pensilvania, que aparece en la sección de Notas Actuales sobre Antropología, y se titula Conocimiento Botánico de los Antiguos Aztecas. En la nota, Brinton menciona:

"Los estudiantes del antiguo México están familiarizados con el trabajo del Dr. Hernández, quien fue enviado por Felipe II para estudiar las plantas y minerales de la Nueva España. Su "Historia Natural" se imprimió en 1651 y es un almacén del conocimiento de los aztecas sobre ese tema. Al describir una planta, él siempre daba su nombre nativo y la manera cómo los indios la empleaban.

En los Anales del Instituto Médico Nacional, Tom. II., No. VI., 1898, hay un artículo del Dr. F. Altamirano, en el que se esfuerza por identificar las plantas mencionadas por Hernández y darles sus nombres botánicos modernos. Cita cincuenta y una plantas, asignándoles a la mayor parte de ellas géneros y especies, y agrega los usos modernos en los que se aplican. El artículo forma un apéndice útil a la obra de Hernández".

Este artículo se refiere al artículo del Dr. Fernando Altamirano titulado: Historia Natural aplicada de los antiguos mexicanos. (Ver enlace). Este artículo fue presentado por Altamirano en el XI Congreso Internacional de Americanistas, reunido en la Ciudad de México del 15 al 23 de Octubre de 1895, y fue publicado en los Anales del Instituto Médico Nacional hasta 1898.

Fuentes:
Brinton, D. (1898). Current Notes on Anthropology. Science, 8(200), 588-589. Obtenido de: http://www.jstor.org/stable/1627246

Altamirano, F. (1898). Historia Natural Aplicada a los Antiguos Mexicanos. Anales del Instituto Médico Nacional, 2(6), 261-272. Obtenido de: https://archive.org/details/analesdelinstitu02inst/page/260


Nota de Daniel Garrison Brinton sobre el artículo "Historia Natural aplicada de los antiguos mexicanos" del Dr. Fernando Altamirano.


lunes, 8 de octubre de 2018

8 de octubre de 1908. Velorio y sepelio del Dr. Fernando Altamirano.

Continúa la conmemoración por los 110 años del fallecimiento del Dr. Fernando Altamirano.

¿Cómo fueron su velorio y sepelio? La crónica de estos eventos viene de varios diarios del mismo año de 1908:

Velorio: Miércoles 7 de octubre de 1908. 

“Después fue trasladado el cadáver a la casa del finado, formándose la cámara mortuoria en una pieza con vista a la calle, en donde pocos momentos después comenzó a recibir la visita póstuma de sus amigos que pasaron por su casa durante todo el día”. (El Imparcial del 8 de octubre).

“Cuando… se supo… la muerte del Sr. Dr. Altamirano… los señores licenciado Chávez y doctor Ramos tuvieron la idea de que el cadáver del señor doctor Altamirano fuera (llevado) al Instituto Médico Nacional, en donde se le formaría una capilla ardiente, y así se lo manifestaron a la familia del finado; pero ésta a su vez manifestó sus deseos de que el cadáver del jefe de ella fuera velado en su casa. Se convino que el personal del (Instituto Médico Nacional) hiciera guardias en la cámara mortuoria desde las dos de la tarde (del 7 de octubre) hasta las diez de la mañana (del 8 de octubre)”. (La Voz de México del 9 de octubre).

“La Escuela de Medicina y el Instituto Médico Nacional inmediatamente fueron puestos de luto, cerrando una de las hojas de sus puertas. Los estudiantes de medicina, dando pruebas de sus sentimientos, colectaron… algunas sumas que fueron empleadas en comprar ofrendas florales para enviarlas a la casa mortuoria. Los alumnos de su curso hicieron guardia de honor al cadáver desde las tres de la tarde hasta las nueve de la noche”. (La Patria del 8 de octubre).

“La Academia Nacional de Medicina suspendió su sesión…, después de leídas las actas como señal de duelo… El doctor Don José Ramón Icaza, presidente de la Academia, al dar cuenta de la muerte del doctor Altamirano, pronunció una alocución en la que se refirió a los méritos y virtudes del finado. Los doctores Cícero y Mendizábal fueron comisionados para asistir a los funerales”. (El Tiempo del 9 de octubre).

“Hasta las seis de la tarde habían llegado a la cámara mortuoria las coronas de las siguientes personas: de los alumnos de la Escuela Nacional de Medicina, con esta inscripción en un listón: “Al maestro Altamirano”, de la Prefectura Política de Guadalupe Hidalgo, del señor Teniente Coronel Porfirio Díaz, del señor ingeniero E. M Altamirano, del señor José Rojas y familia, del señor licenciado Rafael Rebollar, Procurador General de Justicia de la Nación, de los señores Hermann Ling y familia, Vidal Romero, Agustín Pérez de Lara, doctor José Ramos, Alberto Altamirano y González, Rafael Delgado y familia, Carlos Espino Barros, José M. Sánchez, Roberto Medellín, de la señora Sofía Mora viuda de Villegas, del Instituto Médico Nacional, –flores artificiales- de la servidumbre del mismo instituto, de la Sociedad Alzate, de la Academia de Medicina, de la Sociedad Farmacéutica”. (El Imparcial del 8 de octubre).

Sepelio: Jueves 8 de octubre de 1908.

Para las personas que asistirían a los funerales desde la capital (Ciudad de México), se dispuso un carro especial frente al Palacio Nacional, que las conduciría a la Villa de Guadalupe. (La Voz de México del 9 de octubre).

“Los funerales del doctor Altamirano se efectuaron a las diez de la mañana”. “La caja que guarda el cadáver del estimable finado fue sacada de la casa mortuoria de la Villa de Guadalupe, y conducida al salón de cabildos del Ayuntamiento de aquella Villa, donde se hizo una solemne manifestación para honrar su memoria”. Esto debido a que el Dr. Altamirano era Concejal del mismo Ayuntamiento. "Presidió el señor licenciado Don Ezequiel A. Chávez, Subsecretario de Instrucción Pública y Bellas Artes”. (El Diario del 9 de octubre).

“Pronunciaron sentidas oraciones frente al cadáver, el señor Lic. Don Modesto Martínez y el señor Lic. Chávez, y terminada la ceremonia, se organizó el cortejo, dirigiéndose al Panteón del Tepeyac”.  (El Diario del 9 de octubre).

“Asistieron  muchos caballeros, no obstante el mal tiempo, pues llovió toda la mañana”. (El Tiempo del 9 de octubre).

“Momentos antes de ser bajada la caja a la fosa, hablaron los señores doctores Luis E. Ruiz, ¿R.? Villada y José Ramos. La sepultura del señor doctor Altamirano fue cubierta por las innumerables ofrendas florales. Entre las personas que concurrieron al sepelio, además de las ya mencionadas, (estuvieron) las siguientes:

Señores Ing. Guillermo Beltrán y Puga, Ing. Jesús Galindo y Villa, Dr. Ricardo Carturegli, Dr. Constancio Peña Idiáquez, Dr. Juan B. Calderón, Profesor Francisco Bustillos, Dr. Gregorio Mendizábal, Dr. Ricardo Cícero, Profesor José Donaciano Morales y Mier Altamirano y otros, así como las comisiones de la Sociedad “Antonio Alzate”, Instituto Médico Nacional, Sociedad de Farmacia y Escuela de Medicina”. (El Diario del 9 de octubre).

Fuentes: Ver enlace siguiente: La muerte del Dr. Fernando Altamirano en los periódicos.

domingo, 7 de octubre de 2018

7 de octubre de 2018. Conmemoración de los 110 años del fallecimiento del Dr. Fernando Altamirano

Hoy se conmemoran 110 años del fallecimiento del Dr. Fernando Altamirano. Su muerte fue informada así en 1908.

"El Dr. Altamirano salió de su casa poco antes de las seis de la mañana, para ir a misa a la Basílica, cosa que acostumbraba hacer diariamente. Había caminado una calle cuando repentinamente en la Avenida Porfirio Díaz (en 2018 conocida como Calzada de Guadalupe), sufrió un síncope que lo hizo caer. Auxiliado por algunos transeúntes fue conducido a la casa de la familia Alva, en donde murió pocos minutos después, a las 6.15, cuando llegaba el Doctor Leopoldo Flores, quien había sido llamado violentamente. El Dr. Altamirano, desde que sufrió el síncope en la calle, hasta que murió, estuvo sin conocimiento. El facultativo padecía de un aneurisma en la aorta abdominal. La ruptura de este aneurisma causó la muerte, después de producir una abundante hemorragia interior. El cadáver fue trasladado a la casa de la familia Altamirano, donde se formó la capilla ardiente". (El Tiempo. 9 de octubre de 1908).

Para ver más notas en diarios sobre su muerte, ver la siguiente entrada: La muerte del Dr. Fernando Altamirano en los periódicos.

Que Dios lo admita a contemplar la luz de su rostro.