30 de julio de 1898. Los rayos X en la prisión de Belén.

30 de julio de 1898.  El periódico El Imparcial informa que en la sesión de anoche en el Salón de Cabildos del Palacio Municipal de la Ciudad de México, el Sr. Regidor Dr. Fernando Altamirano propuso que se compren aparatos radiográficos en las prisiones, para así evitar “el desagradable espectáculo de lo que se llama registrar a los presos, porque bastaría llevarlos enfrente de un fluoroscopio para ver si llevaban armas, y sobre todo, se sabría el contenido de los paquetes postales, y de aquí que se evitara la introducción de armas dentro de ellos”. La introducción de esta mejora costará de 1500 a 1600 pesos. Es importante recordar que Röentegen apenas presentó al mundo los rayos X a finales de 1895 (hace apenas tres años), y que el primer aparato de rayos X en la República Mexicana fue instalado en San Luis Potosí en 1896 (hace apenas dos años), por lo que la propuesta del Dr. Altamirano es relativamente novedosa, pues la radioscopia se empezó a utilizar ya con buenos resultados en la medicina e investigaciones clínicas, pero aquí se propone emplearla en un asunto de seguridad.  Esta nota será también publicada mañana 31 de julio en El Popular, junto con la noticia de la capitulación de Manila, resultado de la guerra entre España y los Estados Unidos.