Biografías del Dr. Fernando Altamirano

Dos de las mejores biografías, necrologías, o semblanzas sobre el Dr. Fernando Altamirano fueron escritas por científicos que vivieron cerca de él, como Manuel Villada, de la Sociedad Mexicana de Historia Natural, y Eduardo Armendariz, del Instituto Médico Nacional.  Ambos conocían que Fernando Altamirano había nacido en Aculco, aunque por su formación se consideraba queretano, que había tenido una notable influencia de su abuelo el Dr. Manuel Altamirano, que había estudiado en Querétaro y en México, y además estaban bien enterados de la mayor parte de su trayectoria profesional.

Aquí está la importante biografía escrita por el Dr. Eduardo Armendariz el 1 de mayo de 1912, que apareció en la Gaceta Médica de México.

Y ante la falta de la semblanza escrita por Villada en la revista la Naturaleza de 1914, tenemos el discurso pronunciado por Julio Riquelme el 3 de septiembre de 1948, ante la Sociedad Mexicana de Historia Natural, el cual menciona que tomó muchos datos de esa biografía escrita por Manuel Villada.  Es de notar que Julio Riquelme se equivocó en la fecha de fallecimiento del Dr. Altamirano, y la ubicó el 6 de octubre, en lugar del 7 de octubre en que realmente ocurrió.

Por otra parte, José M. Carrillo, el redactor del periódico oficial del estado de Querétaro, La Sombra de Arteaga, escribió el 28 de octubre de 1908 una breve semblanza sobre el Dr. Altamirano, en la cual dio algunos datos muy interesantes sobre la juventud del doctor en Querétaro, sobre su padre, el Lic. Manuel Altamirano Téllez (1815-1861), sobre la también importante participación en su educación que tuvo su tío, el Lic. José María Rodríguez Altamirano, quien estuvo casado con Petra Altamirano Téllez; así como sobre su matrimonio con Luisa González.

Aquí se muestran las tres biografías.  Otras biografías escritas después, comúnmente contienen errores en la fecha de nacimiento o muerte del Dr. Altamirano, así como en su lugar de nacimiento.
 
Obsérvese que así como Fernando Altamirano fue ayudado en su educación por su abuelo y por su tío, al quedar huérfano de padre y madre (Micaela Carbajal murió el 24 de mayo de 1853 en San Juan del Río), el mismo Fernando ayudó a varios de sus sobrinos en situaciones similares, como al poeta Juan B. Delgado, hijo de su media hermana Etelvina, o a los hijos de su hermano Federico.