Dr. Fernando Altamirano: El Lic. Manuel Altamirano y Téllez, padre del Dr. Fernando Altamirano

Manuel Altamirano y Téllez, fue hijo del Dr. Manuel Altamirano y de Isabel Téllez y González, y nació entre noviembre y diciembre de 1815, en San Luis Potosí, pues su padre trabajaba allí entonces, a pesar de ser originario de Querétaro. La familia se mudó temporalmente a la ciudad de México al proclamarse la Independencia, por el empleo de su padre como primer taquígrafo en el Congreso Constituyente de 1822. Allí, falleció su madre, Isabel Téllez, el 15 de octubre de 1825, cuando él tenía apenas 9 años de edad. Manuel entonces aprendió latín y el arte de la taquigrafía con su padre. De hecho, cuando Manuel todavía tenía 12 años y dos meses, recibió un certificado en taquigrafía por el senador de Oaxaca, Demetrio del Castillo, el 27 de febrero de 1828 (su padre, el Dr. Manuel Altamirano, había servido también en el Congreso Nacional). Posteriormente, Manuel estudió leyes y al jubilarse su padre como primer taquígrafo del congreso en 1835, él ingresó como tercer taquígrafo, ya que el puesto de primer taquígrafo fue para Juan Aguilar.

Entre 1835 y 1839, contrajo matrimonio, con Guadalupe Monterde y Belaunzarán, una viuda que ya tenía siete hijos con José María Falces y Zapata Villamayor, un capitán español expulsado de México en 1828. Manuel y Guadalupe tuvieron cinco hijos: Delfina Tomasa Isabel Josefa Antonia en 1835, Etelvina Isabel Guadalupe Serapia en 1837, José Inés Fructuoso de Jesús en 1839, Francisco de Paula Santos Manuel Eduardo de la Santísima Trinidad en 1840 y Rafael José Francisco de Paula en 1841. Guadalupe Monterde murió poco después.

A inicios de 1843, Manuel Altamirano y Téllez publicó un escrito titulado “Cartilla de Taquigrafía”, en la imprenta de J.M. Lara. La cartilla fue dedicada al general José María Tornel, ministro de Guerra y Marina, y presidente de la Sociedad Lancasteriana. Esta obra fue anunciada en varios periódicos de la ciudad de México durante 1844 y se vendía a 6 reales. Por otra parte, en 1843, se fecharon documentos en la Secretaría de Justicia e Instrucción Pública, sobre la dispensa de algunos requisitos y formalidades para que pudiera examinarse como abogado.

Más tarde, el 22 de abril de 1846, con treinta años de edad, volvió a contraer matrimonio, en esta ocasión con Micaela Carbajal Castillo, una joven de quince años de edad, hija de Rafael Carbajal y de Ignacia Castillo. Al año siguiente, se trasladó con Micaela al pueblo de Aculco, ubicado en el norte del estado de México. En Aculco, Manuel y Micaela tuvieron por hijo a Fernando Altamirano Carbajal el 7 de julio de 1848, y al año siguiente, en 1849, también en Aculco, la pareja tuvo a otro hijo llamado Federico. Poco después, alrededor de marzo de 1851, se trasladó a San Juan del Río, donde se desempeñó como juez de letras del partido, y donde él y Micaela tuvieron a su hijo Alberto en 1852. Por ese tiempo pudo ser cuando, al igual que su padre, fue maestro de lógica y latín de María Nestora Téllez, quien a pesar de ser su tía era cerca de 12 años menor que él. María Nestora Téllez sería luego la autora de la novela Staurofila.

Micaela Carbajal murió de pulmonía el 24 de mayo de 1853 en San Juan del Río. Entre 1853 y 1854, Manuel contrajo nupcias con Guadalupe Ruiz Luján, de Amealco, Querétaro, con quien tuvo al menos otro hijo y otras dos hijas, Eulalio, en 1855, María Lucía en 1857 y María Margarita en 1860. Volvió a Querétaro entre 1855 y 1857 y fue profesor de filosofía y lógica en el Colegio Civil. También fue nombrado ministro fiscal de la Suprema Corte de Justicia del Estado de Querétaro, en 1857. Por tratarse del tiempo de las Leyes de Reforma, Altamirano tuvo que hacer un juramento para respetarlas y hacerlas cumplir. Este juramento como fiscal lo ratificó a inicios de 1861. Poco después enfermó gravemente, por lo que solicitó la confesión a un sacerdote de su confianza. Como se había establecido en la época, el sacerdote se negó a administrarle el sacramento hasta que Altamirano se retractara del juramento a las Leyes de Reforma. Manuel tuvo que decidirse entre conservar su trabajo o la absolución, y optó por la retractación, con el siguiente texto: “Para la retractación del juramento de obediencia que presté a la Constitución de 1857 y leyes relativas, y lo mismo respecta de la protesta que hice de guardar y de hacer guardar de la Constitución particular y leyes de Reforma, me sujeto a lo que los prelados de la Iglesia Mejicana han determinado conforme al sentir de la Iglesia Católica, Apostólica, Romana a que pertenezco, y es mi voluntad sujetarme a sus disposiciones sobre esta materia, y no obedecer ninguna ley que ataque mi religión, y bajo este concepto, hago la retractación formal y pública que se manda del expresado juramento y protesta.” (Fuente: Juan Ricardo Jiménez Gómez, El Sistema Judicial en Querétaro 1531-1872, 1999). Por esta razón, el licenciado Manuel Altamirano fue separado de su cargo. Falleció poco después de tisis (o de tifo) el 14 de octubre de 1861, en la calle del Regocijo en Querétaro, a la edad de 45 años. Le sobrevivió su padre, quien falleció casi 4 años después.

Certificado en taquigrafía de Manuel Altamirano y Téllez del 27 de febrero de 1828, publicado en el periódico El Sol, el 7 de marzo de 1828.

Mención de Manuel Altamirano y Téllez como tercer taquígrafo de la Oficina de Redacción del Congreso en la Guía de Forasteros Político-Comercial de la Ciudad de México para el Año de 1842, por Mariano Galván Rivera